"Aquel que no puede aullar, no podrá encontrar su manada." (Charles Simic)

lunes, 20 de junio de 2011

Promesas...



Un hecho vale más que todo un mundo de promesas, dijo Howell y esa frase ha repiqueteado en los oídos de mi alma muchas veces...
Me pregunto cuántas veces prometemos y nos prometen cosas y recuerdo con una sonrisa aquello de que "el embustero es una almacén de promesas; promesas incumplidas".
Hay una relación directa en  la abundancia de promesas y la mentira y no hay más que mirar a nuestros políticos, por poner sólo un ejemplo. Pero además, tambén hay una relación directa entre las promesas, las mentiras y esos estados de amnesia que abundan en los mentirosos, porque hasta para mentir con cierto estilo, hay que ser eso, inteligente, y sobretodo, tener buena memoria...
Algunas promesas encierran muchas veces oscuras intenciones, manipulaciones soterradas o simplemente intentos de neutralización de algunos brotes de sentido común que puede tener el beneficiario de la promesa en cuestión, porque las promesas susurradas al oído por las bocas con curriculum de mentiras, ni siquiera deberían ser tomadas en cuenta un segundo, pero...¿a quién no le gustan los cantos de sirena o sireno?
Es lunes y ando ordenando papeles en una jornada en la que no sé si estoy relajada o simplemente cansada, tras las 80 millas navegadas durante el fin de semana, que me han puesto el corazón naútico ...en su sitio.


Cuando se navega, dejándote envolver por la brutal belleza del Gran Azul, se desintoxica el cuerpo y la mente y una se pone a pensar en las cosas más curiosas... Repasa conversaciones de los últimos días , momentos y conclusiones extraídas al hilo de las mismas, para desmenuzarlas con detalle, a solas, frente al Azul inmenso...
A la rueda del Baraka, que siempre es todo un desafío dada la eslora y el temperamente del "bicho", un First 53 que es una enorme liebre marina y navegando en una ceñida interminable, he pensado mucho acerca de las promesas hechas, de las promesas que me hicieron, y de la mala memoria que muchas veces se tiene a la hora de cumplir lo prometido. Y lo prometido...es deuda. Una hipoteca vital que no se cancela hasta que se cumple la promesa, digan lo que digan los morosos del cumplimiento....
Luego están las otras promesas, las que una se hace a una misma y esas...ufff...muchas veces son las que más nos cuesta cumplir. Rosarios de promesas incumplidas, promesas nacidas muchas veces de una cierta indignaciónporque no todas las promesas son para halagar oídos, y que nos hacen exclamar algo así como: " Te prometo que la próxima no te la voy a pasar"... "Te juro que de ésta te vas a acordar"  o el famoso: "prometo que no vas a volverme a tomar el pelo nunca más".


Promesas a uno mismo, promesas a otros y de otros, promesas...


Hermosísima canción la de Tracy Chapman. Al menos de su letra se desprende una cierta "contraprestación"a  cambio de una promesa o tal vez sea un querer asegurarse, pero...¿Quién nos asegura el...cumplimiento?

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