"Aquel que no puede aullar, no podrá encontrar su manada." (Charles Simic)

martes, 7 de junio de 2011

Lobas al sol...



La loba anda un poco revuelta; como el clima... Se ha desprendido hace pocas semanas de su manto de invierno, a su llegada a este cálido rincón mediterráneo desde los nevados Pirineos. Ahora, se debate entre sestear al sol un ratito o quedarse bajo el anciano algarrobo.
El jardín está cuajado de flores y los frutales darán este año una insospechada cosecha, tan insospechada como mis conocimientos acerca de los misterios de los manzanos,el peral, el albaricoquero que dobla sus ramas por el peso de la dorada y moteada fruta a punto de madurar.
Esta primavera mediterránea me tiene desconcertada ya que otros años, a estas alturas del calendario, el calor había hecho ya un contundente acto de presencia y los edredones habían sido sustituidos, por cobertores ligeros, pero este año, las temperaturas nocturnas son todavía bajas y a última hora de la tarde, aquí, en el Cabo, se levanta un viento fresco y persistente que dista mucho de ser cálido.
Aún y así, en esta casa," las lobas" aprovechamos el sol aunque sea durante unos minutos, paseamos descalzas por el jardín, nos damos algún que otro baño de esos que te erizan la piel porque la temperatura del agua no es la idónea y vivimos más horas fuera de casa, aprovechando esta primavera que se me antoja un tanto caótica.
Somos...eso... lobas al sol...
Dicen que en los países nórdicos la gente es más tendente a las depresiones por la falta de luz  y de sol y cuando lo pienso me doy cuenta de lo complejo que resulta para mí, no sólo vivir lejos del Gran Azul(eso se me antoja imposible), sino vivir sin el solecito.
El tema tiene su "miga" teniendo en cuenta que vivo a caballo entre Asturias y Levante, que es como decir entre el Yin y el Yan. Por eso, y como si mi cuerpo fuese una batería humana, cargo sol que me permita vivir lejos de su benéfica influencia, cuando no estoy en el  Mediterráneo, y acumulo VERDE, cuando estoy en Asturias, reteniendo cada valle esmeralda en la retina de mi alma.
El Gran Azul siempre presente, entre montañas quemadas por el sol y la deforestación, versus ese Asturias verde y gris...
La enigmática perra de mi hijo igual también tiene " baterías", aunque a veces pìenso que lo suyo de tumbarse al sol, es más que nada pura solidaridad femenina hacia mí...
Cuando dormita, tal vez rememore las heladas mañanas del valle de Arán, sus excavaciones en el blanco manto pirenaico, las carreras imposibles hundida en la nieve y por encima de todo, el verde inmenso de los deshielos. Tal vez su sueño se agita en un ligero temblor de frío, de nieve, y por eso, se levanta, se despereza y se desplaza lentamente por el jardín, para ponerse a mi lado, al sol, mientras me mira con cara de estar pensando:¿Cómo aguantará esta individua este calor?
En fin...lobas al sol...

2 comentarios:

  1. Fantástico coctel, "Verde y Azul", me alegro por tu nueva vida a caballo entre estos colores.

    Mil Bsssss salinizados de otra loba (mas de mar que de sol) a caballo entre el mediterraneo y el Caribe....(yo lo tengo más lejos!)

    Liberty

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  2. Sí, así andamos, Liberty: yendo y viniendo. Es lo que tiene vivir con ...el corazón en bandolera.
    Muchos besos y que sepas que es un placer encontrarte por aquí.

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Gracias por entrar para que pueda mostrarte una parte de mí.