"Aquel que no puede aullar, no podrá encontrar su manada." (Charles Simic)

viernes, 20 de mayo de 2011

A rumbo fijo...


Ya tenemos regata a la vista. Es cortita: desde Denia a Moraira y el Tortuga preparará sus "armas" este próximo fin de semana para que todo esté listo.
Necesito navegar; me lo pide el cuerpo pero sobretodo, me lo pide el alma...
En mi caso, una regata es sólo una excusa para no dejarte llevar por el viento como hago la mayoría de las veces que salgo al Gran Azul, y tener un destino cierto.
Me pregunto acerca de los "destinos ciertos" y de nuevo me vienen a la mente las palabras de Eckart Toll y su abrazo a la incertidumbre...
En estos días, las voces se elevan desde distintas plazas de este país, en un movimiento pacífico pero no por ello menos contundente, de seres humanos que quieren y queremos navegar con un rumbo fijo, no errático como nos imponen últimamente nuestros políticos.
Les sigo de cerca, escucho sus reivindicaciones razonadas y que asumo como mías, y me pregunto si independientemente de que yo esté o no en una de esas plazas, puedo hacer algo desde el mundo profesional en el que me muevo en la actualidad. La respuesta es SI.
Por parte de la clase política, inmersa en campaña, unos tratan de frivolizar respecto al tema, considerándolo un" movimiento juvenil", tal vez para que los que ya no somos tan jóvenes, no tengamos la tentación de coger el saco e instalarnos en alguna de nuestras plazas, por aquello del "qué dirán" o tal vez porque nuestras sufridas articulaciones no soportan ya la humedad de las noches de Mayo y nos levantaríamos llenos de legañas y hechos un..cuatro, rechinando los huesos, como rechinan los dientes de los cada vez más indignados ciudadanos de este país.Otros, tratan de aprovechar la situación para alimentar unas urnas de uno u otro color, porque ya se sabe: "A río revuelto, ganancia de pescadores"...
Y es entonces cuando pienso en la disciplina que requiere una regata, el concepto de equipo, el análisis del viento y de la trayectoria, las noches frías de guardia, los momentos difíciles,  la capacidad de resistencia al sueño y al cansancio en las regatas de altura con poca tripulación,la estrategia, la planificación y todo ello para navegar hacia un destino conocido, hacia una meta deseada, con un rumbo fijo...
Las plazas, en España, están de regata, le pese a quién le pese, porque aunque muchos amemos dejarnos llevar por el viento a un destino incierto, porque muchos de nosotros hayamos tenido que aprender a abrazar la incertidumbre, lo realmente cierto es que necesitamos un rumbo fijo que devuelva a este país un presente digno, por más que nos enfrentemos a un futuro incierto...
Es viernes y no pienso reflexionar nada durante el fin de semana, vamos...nada, nada...

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