"Aquel que no puede aullar, no podrá encontrar su manada." (Charles Simic)

sábado, 30 de abril de 2011

Lobas, lobos y otros parientes...



Ya han aterrizado en mi aparentemente pacífica existencia , mi hijo y su loba...
Todos los años vuelven a casa al comenzar la primavera, cuando la temporada de nieve se termina y él se queda hasta el inicio de su nueva temporada de esquí en el invierno argentino que es nuestro verano, mientras "su loba"permanecerá aquí bajo el sol mediterráneo, hasta que comience el otoño.
Llegaron hace un par de días y le han dado un giro a la vida de esta casa...
La loba me conoce perfectamente pero es un ser muy especial , de carácter independiente y poco dada a los mimos, luego a pesar de mi efusivo recibimiento, se acerca, me mira y una diría que casi me ignora hasta que se sienta frente a mí, estira el cuello y aulla...
-Te está hablando, mamá,-dice el esquiador. -Se alegra de verte.
¿Se alegra de verme? ¡vaya! excelente traducción del aullido escalofriante que emite la garganta de la loba...
La acaricio y suelta una enorme nube de pelos tras un invierno al frío de los Pirineos, jugando cada día entre la nieve y el hielo y tras marcar en varios lugares del jardín , su territorio, se dirige a mis otras dos perras, desafiante , como diciendo: Ya estoy aquí...
Las otras dos, que son una benditas, se acercan a ella alegres y juguetonas, pero la loba no está para fiestas porque de algún modo estoy segura de que intuye que su amo se quedará unas semanas y luego estará una temporadita sin verle, mientras ella disfruta de sus baños en el mar y él se desliza de nuevo por las heladas cumbres del Cerro Catedral...
A la loba, acostumbrada a campar a sus anchas por las montañas escarbando el manto de nieve, imagino que  se le antojará caribeño el calor primaveral de este rincón mediterráneo pero no lo demuestra y se tumba a la sombra del viejo algarrobo , persigue palomas, entierra cosas en algún que otro agujero que cava concienzudamente y a pesar de su carácter tal vez un poco arisco, juega con viejas pelotas de tenis y tras unos días, corretea acompañada de mis dos perras como una más, aunque yo sé que nada tiene que ver con ellas: Es una loba...
Y yo, que por unas semanas tengo reunidos a mis "cachorros", la contemplo y me pregunto cuánto tenemos en común, la loba y yo... 
Aulla y como sabe hacerlo, ha encontrado a su...manada...

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