Mañana...

Esto de vivir en el hoy, en el presente, tiene su miga...
Me preguntaban el otro día si con eso del presente no existen los planes, los proyectos, y yo me reía porque poco tiene que ver.
Vivir el presente tiene múltiples definiciones, pero me quedo con una:  Vivir el presente significa estar en el ahora, en el hoy, intensamente.
¿Y qué pasa con mañana? Pues el mañana es un proyecto, realizable o no.
Mañana me voy a navegar por ahí; sin rumbo, sin un destino fijo porque una vez más el Gran Azul es caprichoso y el parte del tiempo no es bueno, pero como casi todo lo futuro, puede variar en unas horas y yo apuesto por un cambio...
El Cabo se ha cubierto de nubes que amenazan lluvia y a cada rato miro el parte del tiempo por si la cosa mejorase, pero saldré a navegar aunque amenace lluvia porque no me importa mojarme mientras los vientos sean buenos...
Mañana está a la vuelta de las esquina de hoy y en unas horas será presente y quiero disfrutarlo aunque no luzca el sol , aunque la lluvia aparezca.
Me sorprendo a mí misma aferrándome al hoy, al momento presente, sin contrariarme acerca de lo que suceda mañana.
Cuando al fin consiga que el pasado deje de formar parte, a ratos, del hoy, creo que habré alcanzado un estado de alegría, inmensa...inmensa