"Aquel que no puede aullar, no podrá encontrar su manada." (Charles Simic)

sábado, 30 de enero de 2010

El lobo estepario...



Y vuelve a mi vida, de modo mágico, Hesse y su Lobo Estepario...

"Quien, sin embargo, suponga que conoce al lobo estepario y que puede imaginarse su vida deplorable y desgarrada, está, no obstante, equivocado, no sabe, ni con mucho,todo.
No sabe (ya que no hay regla sin excepción y un solo pecador es en determinadas
circunstancias preferido de Dios a noventa y nueve justos) que en el caso de Harry no dejaba de haber excepciones y momentos venturosos, que él podía dejar respirar,pensar y sentir alguna vez al lobo y alguna vez al hombre con libertad y sin molestarse,es más, que en momentos muy raros, hacían los dos alguna vez las paces y vivían juntos en amor y compañía, de modo que no sólo dormía el uno cuando el otro velaba,sino que ambos se fortalecían y cada uno de ellos redoblaba el valor del otro.
También en la vida de este hombre parecía, como por doquiera en el mundo, que con frecuencia ,todo lo habitual, lo conocido, lo trivial y lo ordinario no habían de tener más objeto que lograr aquí o allí, un intervalo aunque fuera pequeñísimo, una interrupción, para hacer sitio a lo extraordinario, a lo maravilloso, a la gracia.
Si estas horas breves y raras de felicidad compensaban y amortiguaban el destino siniestro del lobo estepario, de manera que la ventura y el infortunio en fin de cuentas quedaban equiparados, o si acaso todavía más, la dicha corta, pero intensa de aquellas pocas horas absorbía todo el sufrimiento y aun arrojaba un saldo favorable, ello es de nuevo una cuestión, sobre la cual la gente ociosa puede meditar a su gusto.
También el lobo meditaba con frecuencia sobre ella, y éstos eran sus días más ociosos e inútiles.

A propósito de esto, aún hay que decir una cosa. Hay bastantes personas de índole
parecida a como era Harry; muchos artistas principalmente pertenecen a esta especie.

Estos hombres tienen todos dentro de sí dos almas, dos naturalezas; en ellos existe lo divino y lo demoníaco, la sangre materna y la paterna, la capacidad de ventura y la capacidad de sufrimiento, tan hostiles y confusos lo uno junto y dentro de lo otro, como estaban en Harry el lobo y el hombre. "
(Hermann Hesse. El Lobo estepario)
Revuelvo en el cajón casi sin fondo de mi memoria y "una se cree que las mató el tiempo y la ausencia"... pero resurgen nítidas las imágenes, el inconfundible gesto, el lomo suave unas veces y erizado otras, la mirada aguda, el intenso deambular y sé que los lobos son animales de manada, todos, menos el lobo estepario,que vive solo en las estepas, cazando y saboreando una libertad que solamente otro lobo estepario puede entender...
Y..."Todo hombre fuerte alcanza indefectiblemente aquello que va buscando con verdadero ahínco", dijo Hesse.
Me pregunto, si cuando Hesse escribió esa frase, pensaba también en las mujeres fuertes...
Esta noche de sábado en la que se me eriza el lomo por muchas razones, por muchas emociones , no he mirado siquiera si hay una luna de plata a quién aullarle...Sólo sé, como Harry, el protagonista de la obra de Hesse, que en mí habita esa naturaleza que en cierto modo inspiró el título de este blog, que ha sido tan determinante en mi existencia y que hoy, bulle con tanta fuerza que en esta licantropía de alma, soy loba e indefectiblemente, soy azul.
El azul de la serenidad y del sosiego, la loba que aprendió a aullar, para poder encontrar a los de...su manada...















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