"Aquel que no puede aullar, no podrá encontrar su manada." (Charles Simic)

viernes, 22 de mayo de 2009

Mariposas...


"A mediados de marzo, en los santuarios sólo quedan como testimonio los cadáveres de las mariposas muertas, y los bosques de Oyamel regresan a su antiguo aspecto, aguardando el fin de año, cuando nuevamente llegarán millones de mariposas monarca."
Las mariposas monarca no son azules pero a mí, lo que me gusta de ese texto es lo del santuario de Oyamel y sus cadáveres y no porque me haya dado un "aire tétrico" sino porque han vuelto a mi memoria estas líneas , que un día escribí en un relato corto. Mi relato se titulaba La última mariposa y esas líneas acerca de las mariposas monarca eran el prólogo, junto con estas otras:
"Existen sólo dos formas de vivir la vida. Una, como si nada fuera un milagro, la otra ,
como si todo fuese un milagro"(Albert Einstein)
"...Y el nudo;ese nudo en la boca del estómago que sabe amargo. Los cadáveres...son los cadáveres de las mariposas,se repite una y otra vez.Se han quedado amontonados ahí,amadejados unos sobre otros,las alas brillantes ahora sin vida,los minúsculos cuerpos, testigos de su pasado de orugas, mermando , encogiéndose...
Empezaron a agruparse, las mariposas,unas cerca de las otras,para protegerse del frío del silencio, del viento de la distancia, de la lluvia de la soledad inmensa.Fué entonces, cuando empezaron a dejar de volar, cuando dejaron de extender las alas, luminosas, llenas de vida, arco iris en su estómago.Se acercaron unas a otras buscando el calor y replegaron las alas...
Ahora, yacen muertas, pegadas unas a otras.Así les sobrevino el final,pegadas unas a otras, silenciosas, exhaustas...
Alejandra nota el peso en la boca de su estómago y de nuevo sabe que estarán ahí hasta que se descompongan, se desintegren, y se conviertan en polvo , un polvo gris que se elevará inerte y caerá como una lluvia fria , mortal, sobre su corazón..."
Hoy, en este viernes soleado en el que revolotean en mi estómago de nuevo cientos de mariposas azules,recuerdo la tristeza infinita y densa de aquel momento, hace ya tiempo, en el que escribí el relato y una vez más se hace realidad el efecto balsámico del tiempo, la invencible energía de las emociones bellas y la magia del aleteo de las mariposas; seres frágiles como frágil es la vida, pero bellos como lo son los impulsos que nacen del corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por entrar para que pueda mostrarte una parte de mí.