"Aquel que no puede aullar, no podrá encontrar su manada." (Charles Simic)

martes, 13 de septiembre de 2011

De vez en cuando la Vida...





Es martes y trece y para algunos eso es algo así como mentar al demonio...
A cinco días de comenzar a acariciar un sueño, lo cierto es que lo mismo me da que sea martes y 13 porque estos últimos días que faltan se me están haciendo y se me van a hacer...eternos...
Repaso una y otra vez el contenido de mi maleta y una pequeña lista de cosas inolvidables pero sé que hasta el último momento no estará todo listo...como siempre...
Serrat me regala canciones durante toda esta mañana de martes y elijo ésta, porque en este momento de mi existencia me siento totalmente identificada con la letra:

"De vez en cuando la Vida, nos besa en la boca...
Nos pasea por las calles en volandas, y nos sentimos en buenas manos,
Se hace de nuestra medida, toma nuestro paso,
y saca un conejo de la vieja chistera,
y uno es feliz como un niño cuando sale de la escuela..."

La Vida; se sienta a tomar café conmigo en estas últimas mañanas antes de zarpar camino de un sueño...
La Vida se me ha brindado en cueros y me ha regalado un sueño a punto de materializar y yo siento eso: que hay que casi andar de puntillas por no romper el hechizo de este momento en el que me faltan palabras, para darle de nuevo, gracias a la Vida...
Tiempos hubo en los que la Vida me gastó bromas amargas pero hoy me está regalando hermosos instantes que saboreo uno a uno, sin miedo...

Hace ya tiempo que en todos mis viajes me acompaña un pequeño amuleto que cuelga de mi mochila: Es un pequeño topo de peluche, vestido de tirolés y que entona un  Yodel de Los Alpes, en cuanto presionas su tripita de color miel.
El pequeño topo ha cantado en casi todos los controles de seguridad de los aeropuertos, al pasar la mochila por el arco, con la correspondiente sorpresa de funcionarios de seguridad de distintas etnias, pero siempre ha sido recibido con una sonrisa. El pequeño topo se ha escondido en cuevas de hielo en las montañas suizas, le ha cantado a los delfines del Cabo de Hornos, a los pétreos guerreros chinos de Xian, a los dioses Incas del Machu Pichu, a las líneas de Nazca, se ha bañado accidentalmente incluso en las aguas cristalinas de Koh Tao en Tailandia,se ha deslizado por heladas pendientes pirenaicas, ha reflejado su gorrito tirolés en las aguas de Antigua, en los glaciares nacarados de Chile , ha compartido suerte en Al Jadida,ha recorrido las sendas de los pescadores de Cabo Verde y ahora navegará sobre arrecifes de coral en los Mares del Sur...
El "pequeño tirolés" que me acompaña, sobrevive , impecable y cantando a todo trapo su melodía...Es un lazo invisible que me une a un pasado en el que comencé a tejer sueños, como si fuese algo así como Penélope...
Hoy es el testigo cantarín de ese tapiz de sueños que ya no deshago...
Porque como dice el maestro Serrat:

"De vez en cuando la Vida, nos besa en la boca,
y a colores se despliega como un ...atlas"
Y es que creo, que yo, lo del atlas, me lo he tomado francamente en serio... Y la Vida me ha invitado a...salir con ella a escena...





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