"Aquel que no puede aullar, no podrá encontrar su manada." (Charles Simic)

domingo, 6 de febrero de 2011

El ritual del congelador...




Hace ya una temporada que me lo contaron en Madrid, porque Madrid es otra cosa y una, cuando sale de provincias, se da cuenta de que se actualiza...
Pues lo cierto es que además de conocer las últimas tendencias de diversos temas, la mayoría de ellos de esos que nos interesan más a las mujeres (para algunos frivolidades), me enteré que se practicaba un ritual "inofensivo" , cuando quieres quitarte a alguien de encima , cuando quieres neutralizar las males artes de alguno o alguna, cuando quieres que alguno deje de ser tóxico para otros, o simplemente cuando quieres dejarle fuera de algún combate en el que juega sucio: Vas y....¡¡LE CONGELAS!!


-Si tienes una foto, estupendo- me dijeron, y si no, escribes su nombre en un papelito, llenas un vaso con agua y sal gorda, metes el papelito o la foto y....¡¡Al congelador!!
Mano de santo, oiga...
En aquellos días en los que mi vida , atravesaba un desierto , un túnel en el que díficilmente se filtraba una luz, reconozco que pensé que la bobada en cuestión no estaba de más y que si congelando a un tipo o a varios, conseguía inutilizar sus artes, pues eso que llevaba adelantado jajajaj
Lo cierto es que tampoco tenía multitud a congelar , pero la tentación vive arriba y tenía un par de candidatos a convertirse en ...El hombre de los hielos...
Me imaginaba, con una sonrisa muchas veces, al tipo muerto de frío... y como a mí el frío me deja absolutamente inactiva, me parecía un argumento de...cierto peso jajaja
Imaginaba las neveras de algunos y algunas llenas de vasitos con contenidos inimaginables, frescos, fresquísimos, al fresquito del congelador de las malas artes, de las malas vibraciones, del despotismo, y me decía a mí misma que ojalá fuera cierto, que ojalá pudiésemos congelar a toda aquel y aquella que practica sin escrúpulos el arte de intentar atentar contra la estabilidad de sus congéneres.
Pero resistí estoicamente la tentación y en mi congelador "conviven amistosamente" los guisantes, las raciones de emergencia, frutas, algún que otro crustáceo y los helados aunque éstos últimos son los que antes desaparecen dada la caza y captura que mis hijos hacen de ellos.
Resistí, por más que la tentación me susurraba algún nombre, porque sigo creyendo firmemente en el equilibrio que la VIDA pone, tarde o temprano, a determinadas situaciones. Y es entonces cuando me aferro a la famosa frase: "No hagas nada; simplemente siéntate en la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo", aunque no es la percepción de tener enemigos lo que yo vivo y por eso sustituyo el final por ...
"El cadáver del que en su día intentó convertirte en cadáver".
Hay muchas formas de morir por dentro y muchas clases de disparos: Unos atentan contra tu vida emocional, otros contra tu estabilidad, otros contra tu vida laboral , pero LA VIDA y el tiempo son excelentes guionistas y siempre ponen el final...adecuado. Y los buenos tiempos acaban llegando y se instalan en la vida de unos, mientras en la vida de los que atentan, la situación se invierte y acaban recogiendo lo que han sembrado.
Mi congelador sigue libre de vasitos, aunque quién sabe.... igual no está de más jajajaj.

2 comentarios:

  1. Y de pronto se hizo realidad la profecia...llegará un hombre del frio.
    Toma cubitos.
    Beso.

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  2. Pues...sí
    ¿del frío? jajajaja ¡¡Y tanto!!
    Pero ya sabes, grandullón; Una sobrevive a casi todo y mientras sea frente al mar el frío es lo de menos porque "el hombre del frío" ha devuelto a mi vida los colores... ¿he dicho colores? jajaja
    Miles.

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Gracias por entrar para que pueda mostrarte una parte de mí.