"Aquel que no puede aullar, no podrá encontrar su manada." (Charles Simic)

domingo, 14 de noviembre de 2010

El cisne y las reflexiones de C.B....



Navegar en un Swan(Cisne) es como circular en un Rolls...

Eligieron bien el nombre los diseñadores de un barco majestuoso y veloz que corta con su vigorosa proa el Gran Azul...

Navegar con veinte nudos de viento en una ceñida a doce nudos, viendo la regala sumergida en un "bicharraco" de 62 pies es algo indescriptible y todo un privilegio, pero si a eso le unimos excelentes compañías, un día soleado de Noviembre y como colofón, ir a la rueda , pues...uffff...

Y por si todo ello no fuera ya bastante, la sonrisa del patrón que disfruta compartiendo barco, amigos y risas y mi amigo C.B. a quién yo apodo cariñosamente "la deidad", porque como afirma sin ningún tipo de pudor y entre carcajadas, hay seres mortales y deidades y él se encuentra entre estos últimos. Así de claro lo tiene, aunque hay que aclarar que sólo se trata de una sofisticada...metáfora y me refiero a su condición de deidad...

A la rueda del imponente "cisne", me embargaba esta mañana una sensación salvaje de fuerza, de libertad en mayúsculas, mezclada con un enorme respeto por lo que me "traía entre manos" como siempre sucede cuando navegas con un barco que no es el tuyo, abarcándola con los brazos abiertos y extendidos y sintiendo el poder de las más de treinta toneladas de desplazamiento...

Treinta toneladas que se desplazan veloces acariciadas por el viento, rasgando la superficie líquida del Gran Azul...

Explicar lo que se siente es uno de los grandes retos a los que una se enfrenta cuando habla con amigos que no comparten esta pasión, pero se convierte en un acto de complicidad total cuando compartes, en un guiño del alma, tus sensaciones con otros enamorados de la navegación a vela

.

Entre ellos, se encuentra mi buen amigo C.B. El y sus reflexiones, siempre inteligentes y alguna que otra vez delirantes, hacen que me plantee lo mucho que me ha aportado esta pasión por navegar.

Ayer hablábamos de la edad, de hasta cuándo podremos "tirar de escota" y de cómo algunos barcos, en las manos de armadores previsores respecto a lo deprisa que pasan los años a estas edades nuestras, van haciendo acopio de sistemas sofisticados para que un winche eléctrico, tire de escota, para mantener las cervicales "en orden", tras muchos fondeos manuales y la maravillosa llegada a nuestras vidas naúticas de los molinetes eléctricos, los stays hidraúlicos, los AIS, y todos los aparatejos que en definitiva, nos hacen la vida naútica más fácil, y nos permiten evitar algún que otro ataque de ...ciática jajaja.

El viejo pescador, mi padre, sale a navegar con su barco un día si y el otro también a sus casi 83 años y a mí eso...me tranquiliza , porque si lo de la buena genética funciona, me quedan todavía casi tres décadas de navegación.,.

Pero mi amigo C.B. lo simplifica y lanza una de sus delirantes reflexiones:-Verás; es simple. Cuando te veas ya muy fastidiado, pero vamos....mucho, mucho; coges el barco, arrancas en el Estrecho la singladura, colocas las velas como Neptuno manda y..!hala! que te de lo que te de, que llegas al otro lado, de tirón, un Cruce Atlántico póstumo, aunque eso sí, llegarás como la mojama a los Caribes dorados...

Así...y se queda tan tranquilo, guiñando sus ojos, ambos a la vez, esos ojos que destilan risas y brillan al sol , como la carta de presentación de lo que es un cerebro brillante...

Y esta que escribe, que últimamente anda muy revolucionada, reincorporada a un mundo laboral que es todo un desafío para cualquier optimista, recuerda una frase de su nuevo "jefe", en un artículo acerca de situación para los que trabajamos en el sector de la gestión patrimonial:

"La Teoría de la Evolución dictará sus leyes y al final quedarán una serie de jugadores fortalecidos capaces de plantar cara a “los grandes” en un mercado cada vez más competitivo.

¿Quién se atreve a jugar la partida?"

Y parece que lo que afirma mi jefe, no tiene nada que ver ni con la navegación, ni con el alcance de la longevidad en buen estado físico, ni mucho menos con los "cisnes de 30 toneladas que se desplazan en el viento del Mediterráneo, en el Gran Azul, una mañana soleada de Noviembre, pero es que eso es lo que quiero ser yo: Una jugadora fortalecida en la vida, en la Mar, ante las crisis... y sí: por supuesto que me atrevo a jugar la partida.


Al final, uno trabaja como vive y mi vuelta al trabajo está siendo todo un desafío, como lo ha sido cada vez que he tenido que aceptar nuevos retos, a la rueda de la vida, o al timón de un "cisne" de 62 pies...


Si este blog lo leyese mi cardiólogo, estoy segura de que me diría no sólo que progreso adecuadamente sino que en algunas cosillas he pasado de un insuficiente a una matrícula de honor, pero eso son otros...jardines...



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