"Se equivocó la paloma, se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur, creyó que el trigo era agua,
se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo, que la noche la mañana,
se equivocaba, se equivocaba.
Que las estrellas rocío, que la calor la nevada,
Por ir al norte fue al sur, creyó que el trigo era agua,
se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo, que la noche la mañana,
se equivocaba, se equivocaba.
Que las estrellas rocío, que la calor la nevada,
se equivocaba, se equivocaba.
Que tu falda era su blusa, que tu corazón su casa,
se equivocaba, se equivocaba..
Ella se durmió en la orilla ,o en la cumbre de una rama,
se equivocaba, se equivocaba.
Que tu falda era su blusa, que tu corazón su casa,
se equivocaba, se equivocaba,
se equivocaba, se equivocaba ."
(Joan Manuel Serrat)
Y vaya que si se equivocó el otro día la paloma de la foto...
Despertaba el día frente a la Peñona y yo escondía la cabeza entre almohadas azules evitando los rayos de sol que se filtraban ya por la ventana de este "faro " en el que vivo.
De repente, debajo de la cama, escuché como un ligero arañazo, dos, tres...
-Estás dormida, pensé..-.ha debido ser un roce del edredón en el suelo...
El sonido de arañazos en el suelo de madera se repitió y un ligero movimiento, como de aleteo, nació debajo de la cama. Me levanté sin pensarlo intentando imaginar qué tipo de ¨visitante" podía hacerse notar así y no tuve casi tiempo para hacerme composiciones porque la tuve frente a mí en unos segundos: una paloma ... y había dormido debajo de nuestra cama toda la noche...
Las ventanas de esta casa permanecen abiertas al mar casi todo el día y tal vez nuestra huéspede había aterrizado en la habitación a última hora de la tarde,, pero lo cierto es que había pasado la noche en casa, debajo de nuestra cama y se desperezaba tranquila, algodonando sus plumas al sol, y paseando ufana por el suelo de madera de la habitación sin mostrar el más mínimo pudor...
Su pata izquierda llevaba una aro metálico verde con un número que yo no alcanzaba a distinguir bien, perpleja todavía por el asombro de haber pernoctado con ella, mientras el bicho, me miraba fijamente sin alterarse lo más mínimo. Abrí la ventana para facilitarle una salida y cúal fué mi sorpresa cuando hizo caso omiso de mi invitación y de un saltito ´se colocó sobre los cojines de las sillas que están cerca de la ventana. Allí permaneció varios minutos, mientras yo la observaba sentada en la cama y sin tener ni idea de qué hacer. No quería asustarla ya que ella se mostraba muy segura y muy tranquila .
Poco a poco , fué acercándose a la ventana, pero dando saltitos y allí permaneció, mirando el mar y la melena de bronce de la estatua de Cousteau-Neptuno que se divisa a lo lejos.
No lo pensé dos veces y fuí a buscar unas galletas a la cocina para poder ofrecerle al bicho el " servicio completo": Alojamiento y desayuno.
Miró distraídamente las migas de galleta que esparcí en el alféizar de la ventana y las picoteó casi con desgana, lanzándome miraditas de aprobación desde sus ojillos menudos y brillantes. Yo, mientras tanto, sonreía pensando acerca de de lo curioso de la situación pensando que el animalito estaba francamente cómodo, divisando el Gran Azul y que no parecía tener demasiadas ganar de irse.
Los minutos iban pasando y el bicho seguía allí, por lo que me preparé un café , lo lléve a la habitación, y me senté a su lado, ambas asomadas a la ventana, absorbiendo lo hermoso de una mañana al sol y al azul...
Me miró una vez más y extendió las alas ...Se alejó dirigiéndose a la Peñona y casi estoy segura de que fué siguiendo instrucciones de la efigie de mi Neptuno-Cousteau que agitó una vez más su melena de bronce al viento, regalándome otro instante bello de vida...
Se quivocó la paloma...se equivocaba...
Ahora, cada vez que abro la ventana de mi habitación al mar, no puedo evitar un pensamiento:¿ Volverá ? y luego , sonrío mientras un tarareo surge de mí sin querer: " Si a tu ventana llega una paloma.... tararí...tarará...
Definitivamente y sin concesión alguna, cada día estoy más...¿viva?
Me voy a ver a Neptuno-Cousteau. Hace un día precioso soleado y brillante, lleno de azul y creo que acaba de lanzarme un silbido ,desde su balcón al mar...
he tardado mucho en volver...pero me gusta mucho leerte Alejandra...
ResponderEliminarUn besuco a mi canelilla si la ves.
¿Y eso, Lourditas?
ResponderEliminarMe alegra tenerte por aquí. Canelilla como siempre: divinaaaa jajajaj pero creo que ese beso se lo debes dar tú, así que a ver cuándo te pasas por nuestros levantinos lares.
Un abrazo.
A