Jugando con lobos...marinos

No sé todavía cuándo empezó mi pasión por jugar con bichos marinos...Tal vez fue hace ya mucho tiempo, alquel día inovidable en el que aparecieron los delfines a la proa del barco de pesca de mi padre. Estábamos al "gigante", cerca del Cabo de Creus y yo tenía 14 años.
Les ví aparecer mientras nos dejábamos llevar, al pairo y no lo pensé dos veces. Sin avisar salté por la proa ante los gritos y la mirada atónita de mi padre. Fueron unos instantes absolutamente mágicos cuando me vi rodeada de una manada de delfines que ni siquiera me rozaron pero que saltaban a mi lado. El sueño duró un instante porque se desvaneció con los gritos de mi padre.-O subes inmediatamente al barco o te dejo aquí, afirmó y obviamente me subí al barco bajo una mirada fulminante, encogida porque sabía la que me iba a caer...
Me arrinconó esa mirada azul e intensa y supe inmediatamente que estaba castigada por una larga temporada, pero había merecido la pena...
Desde aquel día, soñaba con repetirlo pero los delfines volvieron a aparecer en otras jornadas de pesca con el propietario de la mirada azul e intensa y lo cierto es que no me faltaba valor para saltar, pero si para desafiar al viejo pescador.-¡¡¡Los delfines, papá!!!...-Ni se te ocurra, Alejandra... esa era la respuesta inmediata.
Me desquité...por supuesto que me desquité...
Primero fueron los lobos marinos en Galápagos, luego los Tiburones en la Grieta de Sta Isabel, tras ello los delfines en Antigua, y en el mismo lugar, las manta raya, y de nuevo los delfines...y de nuevo los lobos marinos en el acuario de aprendizaje de Vergel...y ahora...pues... si voy en mi barco, patroneando, pongo el piloto automático y dejo caer los pies por la proa con la esperanza de que en un salto mágico rocen la suela de mi zapatilla o mis pies descalzos...
Nadar, jugar con lobos...bichos marinos....Esa irresistible atracción a compartir es espacio liquido, el Gran Azul...
Igual necesito un psicólogo jajajajaja