"Aquel que no puede aullar, no podrá encontrar su manada." (Charles Simic)

viernes, 17 de julio de 2009

El arte de perder


"El juego es apostar a ciegas...y la solución es perder. Perder una y otra vez. Perder hasta hacer de la pérdida un arte. Perder hasta perderlo todo. Perder hasta quizá...no haber perdido"(El arte de perder-Lola Beccaria)

Hace unas semanas llegó a mis manos, de casualidad, un libro mágico: "El arte de perder". Una inquietante historia de amor, teñida de obsesión y desesperanza...

Me lo leí de un tirón, sin apenas digerirlo y he tenido que retomarlo para poder asimilarlo... despacito.

Desde que estoy en esta nueva fase vital en la que mis niveles de adrenalina han empezado a reducirse gracias a mi cardiólogo y sus "píldoras milagrosas", estoy aprendiendo día a día a hacer de mi vida algo intenso en esta relentización forzada y forzosa a la que , de algún modo, me han sometido...

Lo curioso es que está empezando a gustarme y es sorprendente comprobar lo delicioso que es un día cualquiera, despacito...

"El arte de perder" es un libro que hay que saborear lentamente, pero cuando lo empecé mi vida no había cambiado de un modo tan radical como lo ha hecho ahora. Lo engullí literalmente, como engullía casi todo:deprisa...

Deprisa ... Tras las primeras páginas, detestaba profundamente al personaje masculino de la historia y había convertido al personaje femenino en una especie de heroína luchadora que persigue el amor imposible...

Craso error el mío; típico error de apreciación por el hecho de vivir y sentir todo deprisa...

Tras releerlo, he descubierto que el personaje masculino es casi digno de ternura y que ella, la sufriente enamorada, es sólo una mujer terca aferrada a un tipo que necesita seriamente de un psiquiatra cualificado.

Hay que ver cómo cambia el tema cuando una se para por un instante...

Y como una cosa lleva a la otra jajaja, al calor y la inquietud que me ha dejado el libro, no he podido evitar echar un vistazo a mis últimas relaciones sentimentales; pocas en mi opinión, pero un tanto convulsas...

Me pregunto ahora si ,además de dominar como domino el arte de perder, porque definitivamente es un arte, las cosas habrían sido de otra manera si en lugar de salir corriendo literalmente(esas prisas mías por alejarme de las situaciones raras o potencialmente dolorosas), me hubiera quedado quieta, así, despacito...

El resultado habría sido el mismo, pero en lugar de dejarme invadir en ocasiones por la tristeza de los desenlaces, tal vez habría dicho y hecho lo mismo pero...despacito...

El arte de perder; un libro que me ha hecho reflexionar muchísimo; lentamente, despacito, como todo lo que hago últimamente.

Ni siquera echo de menos mi "corazón desbocado". Era agotador...






sábado, 4 de julio de 2009

Reinas, coplas y..calabazas

" El arquetipo de la mujer salvaje, reside en sus entrañas". Recuerdo que cuando leí por primera vez esa frase, hace ya muchos años, algo se movió dentro de mí y tal vez desde entonces soy plenamente consciente de lo que en mí habita y de cómo se retuerce, se estrangula, late vigorosamente cuando envuelta algunas veces en la magia de según que "coplas" intenta advertirme para que vaya poniendo a punto...las calabazas.
¿El tan traído y llevado instinto? A saber...
Hay veces en las que necesitamos transitar por determinados paraísos, darnos un baño de sueños, sumergirnos en dulces coplas y trasladarnos como Alicia, al país de las Maravillas.
Esto de ser Reina a tiempo total se nos antoja en ocasiones agotador jajaja y nos damos un paseíto por Khasbas y Medinas por dónde circulan poetas bañados de lírica, trovadores de sueños, maestros de los pergaminos que huelen a letras balsámicas, copleros...
Envueltas en un shador de candidez e ilusión, muchas Reinas que ni siquiera son conscientes de su regia condición, emulan a en cierta forma a las princesas de los cuentos y se abandonan a la seducción de las...coplas...
Pero hay otras , las que son conscientes de que en sus entrañas habita, la esencia de la naturaleza salvaje de las mujeres, que se permiten saborear las dulces mieles ,los cantos de sirenos, mientras en su huerto del alma, van amontonando las calabazas. ¡Calabazas listas para lanzar! ¡¡Arrr!!!
Bendito instinto el de la Reina...
Reinas de nuestras vidas, de nuestras emociones, de nuestros afectos, de nuestras debilidades, de nuestras sonrisas, de nuestras lágrimas...Reinas...
Sonrío en esta mañana de verano cuando imagino la cara de sorpresa de algunos trovadores, poetas de estrategia y resultados a corto, cuando convencidos del efecto letal de su manida prosa, reciben una lluvia de calabazas , calabazas sin reproches propios de princesas destronadas, calabazas que susurran :-ahí te quedas, que ha sido estupendo, pero que no cuela...
Alguien a quién quiero muchísimo; una amiga de esas del alma, un ser humano con una belleza interior resplandeciente y luminosa me dijo un día que cómo siendo Reinas, siempre acabábamos en sendas de mendigos emocionales. Le contesté que era precisamente por eso , para confirmar nuestra regia condición y por qué no, para ejercitarnos en una gimnasia del alma y del corazón que nos añada "músculo" a esas entrañas nuestras que nos recuerdan nuestra auténtica naturaleza, la salvaje, esa que nos hace lanzar calabazas a copleros de mucha labia y poco pelo...

jueves, 2 de julio de 2009

A veces...


A veces, mientras navegamos en esos mares internos nuestros, la vida nos regala instantes mágicos y surgen de nuestros abismos, las mejores emociones, los más hermosos sentimientos...
A veces, nos sentimos perdidos en marejadas de recuerdos...
A veces, magnolias de acero, abrimos los pétalos del corazón a un poema, renuentes, sorprendidos...
A veces, el paraíso se convierte en un infierno por el que transitamos, víctimas de nuestros miedos...
A veces, soltamos lazos que nosotros mismos dibujamos, en ese ansia de permanecer en la vida de otros, en el alma de otros...
A veces, hay que abrir las manos, elevarlas con las palmas mirando al Azul y aprender a soltar esas amarras que nos hacen permanecer, apegados a los afectos que hemos alimentado dentro de nosotros...
A veces hay que aprender a decir adiós, hasta siempre, que te vaya bien, que seas feliz, que te cuides, que te deseo lo mejor, con una sonrisa mientras el corazón se desangra...
A veces, hay que deleitarse simplemente con el hecho de soñar, aunque sepamos que esos sueños no son materializables...
A veces, los delfines tienen forma de delfín, nadan como delfines, saltan como delfines, pero sólo son espejismos de delfines que llegarán a nuestros mares, en un anticipo de lo que siempre puede ser, pero no es...
A veces, la pasión es sólo un triste sucedáneo, en manos de según que estrategias ajenas, una lucha de poder y rendición de la que algunos hacen un paupérrimo triunfo...
A veces, darse, es sólo eso...darse...
A veces, darse, es mucho más que darse porque sin esperarlo , recibes mucho más de lo que das...
Y siempre, siempre, y no sólo a veces, seguir los caminos del corazón nos lleva a descubrir nuevos horizontes, oasis unas veces, otras desiertos, dónde la coherencia entre el Ser y el Sentir se hace patente...
Esta mañana sabré, de algún modo, por dónde transitaré en los próximos meses. El camino que se abre ante los ojos de mi corazón me resulta serpenteante, desconocido y al mismo tiempo, mágico...
No voy sola; los que me aman van de mi mano o yo de la suya...¿qué más da?.
Lo importante..que hay manos...que en mi vida, no sólo a veces, sino siempre...ha habido manos...
Soy y me siento, una privilegiada...