"Aquel que no puede aullar, no podrá encontrar su manada." (Charles Simic)

jueves, 5 de junio de 2014

De árboles...de raíces...







El árbol de mi amiga L era un pino de de edad incierta que crecía en la puerta que da acceso a su casa...
Tal vez no fuese majestuoso pero era un "pino superviviente"...
Lo era hasta esta mañana.Unos pocos, amparados por un decreto ley que favorece sólo a una de las empresas de este país y que nos venden como si fuera un decreto en beneficio de la tan traída y llevada "protección de la mayoría", han llegado con sus grúas y sus sierra eléctricas y lo han derribado...
Quedarán sus raíces, aferradas a las entrañas de esta tierra mediterránea en la que vivo, como el testimonio más oculto de que un día estuvo ahí...Las otras raíces, las que lleva mi amiga L en el alma porque sus antepasados trabajaron esta tierra que yo sólo tengo "de prestado", seguirán también ahí, ocultas y ...vivas...

Con todo lo que estamos viviendo cotidianamente, parece un tanto banal y hasta posiblemente naïf, defender a un pino sentenciado a muerte hace unas semanas, simplemente porque con sus ramas, se acerca demasiado a unos cables de luz, que jamás deberían haber estado ahí...
Así se hacían las cosas y así se continúan haciendo en este país. Chapuzas orientadas a sacar el máximo beneficio con el menor coste...
Y ahora resulta que en una "vena de dudosa filosofía proteccionista", hay que cortar y arrasar lo poco que nos queda de vegetación mediterránea, para evitar que haya incendios provocados por un supuesto chispazo en esos cables de la luz que jamás debieron ser aéreos en zonas como ésta.
Y si no aceptas la sentencia de muerte de los pinos que formen parte de tu casa,pues cuidadín porque si se declara un incendio, será culpa y responsabilidad tuya y  así lo dice la Ley...hay que j....

Yo no tengo raíces en ninguna parte y tal vez por ello, me arrimo a las raíces de L... Las mismas que las de su pino que hoy ha muerto. El pino que dio sombra a sus bisabuelos, a sus abuelos, a su madre y a sus hijos y bajo el que hasta unas pocas horas jugaban sus nietos...
Me sumo a su impotencia y a su dolor, solidariamente, pero posiblemente sea sólo una forma de sentir esas raíces que yo no tengo....Las mismas que le han llevado a pelear por evitar la muerte de ese árbol, ya que no ha podido evitar la muerte de muchos otros....

En este requiem por un árbol, sé que se encierran otros requiems en días como los que estoy viviendo y cuando miro a mi alrededor me doy cuenta de que en cierto modo, yo también tengo pequeñas raíces aunque sean...de prestado...

No sé si hubiera sido políticamente correcto que me hubiese encadenado al pino de otra persona y me quedará la duda por no haberlo hecho, pero me sumo a la impotencia y a la enorme tristeza de L, cuando constata que con la Ley en la mano , unos destruyen lo que otros trataron de proteger durante décadas...

Una inmensa naúsea...

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