"Aquel que no puede aullar, no podrá encontrar su manada." (Charles Simic)

lunes, 14 de diciembre de 2009

La cajita de Khol


Me resulta difícil ponerme a escribir cuando todavía se agolpan las imágenes en mi retina y cuando a pesar de llevar ya todo un día en casa, al calor de los míos, me siento aún allí, en ese rincón del mundo al que llegué , de la mano mágica de la vida...

Fué la pasada semana, concretamente un inesperado jueves cuando el pequeño puerto de Al- Jadida, al Sur de Casablanca, me abrió sus brazos de mar y coral...

No puedo contar lo vivido en este momento porque todavía no he acabado de ordenar emociones, sentimientos, sensaciones. Por eso, sentada ahora frente al teclado, se agolpan las lágrimas en mis ojos , como se amontonan las emociones en mi corazón.

Hace un rato, como en un ritual nocturno, he abierto una pequeña cajita escrita en árabe que contiene un frasquito de Khol...
Me he puesto frente al espejo y he pintado con el pequeño pincel que lleva el frasquito, dos rayas de Khol en mis ojos.
La pócima se llama: Las Mil y una Noches... Hay que ver los caprichos del destino...

Ahora, mis ojos brillan en esta noche fría y lluviosa enmarcados en Khol...

Así brilla mi corazón, recordando todo lo que he recibido de esas gentes de Al-Jadida; de Ahmed, el viejo guardián del Puerto; de Rachid, su ayudante; de Mohamed, el jefe de policía; de los "Nueve Delfines", los pescadores amigos de Ahmed...
Ellos estarán ahora en su café favorito, charlando, degustando un té, bajo la bóveda impresionante de estrellas de la marina noche marroquí , mientras yo escribo al calor de la chimenea de casa que chisporrotea alegre y sé que también me han hecho un hueco en su corazón, porque cuando me entregaron solemnemente la cajita de Khol al despedirse de mi la otra mañana, todo eran abrazos y sonrisas.
Les prometí volver con los míos a su pequeño puerto ,a su fortaleza portuguesa, a su playa de arena sahariana, a su arrecife de coral; en definitiva, al calor de esas gentes que en estos pasados días tanto se han desvivido por mí.
El Amor...siempre...trasciende y la cajita de Khol está llena de él. Además, pende de mi cuello un amuleto tuareg. Es una especie de brújula que los caballeros del desierto utilizan para encontrar el rumbo dirigiéndola a las estrellas. Para ellos significa que así, no perderé mi camino...que siempre sabré cúal es el camino correcto a seguir...Ufffff...

-Alá te guarda en sus brazos, Capitana y te ha traído hasta aquí, decía Ahmed la otra mañana.
Yo, embargada por las emociones, luchando contra el cansancio de los últimos días a bordo del Check-Mate, el velero en el que llegué a Al-Jadida, sonreía cuando vi el nombre del Khol:Las Mil y una Noches... Él no sabía lo que aquello significaba para mí, y cuaado las lágrimas empezaron a resbalar por mis mejillas, me miró muy serio y me dijo:
-Eres una mujer fuerte. Sabrás encontrar el camino de tu corazón, como has encontrado en camino a Al Jadida...
Un hombre sabio, Ahmed, curtido por muchos mares y muchos vientos...

La Cajita de Khol...


2 comentarios:

  1. Uffff... pienso en esa mujer con sus ojos pintados de Khol, e imagino cuánta vida por vivir hay en ellos, y que se quedará así, sin vivir...

    En los tuyos, sin embargo, con Khol, o sin él, habitan muchas más de mil y una noches, de mil y un días, llenos de vida, donde la Reina eres tú.

    Tal vez no tengas que buscar caminos que te lleven a tu propio corazón. Tal vez tu corazón sea el camino, incluso para otros...

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  2. Ufff...gracias, Canelita...Yo también te quiero...
    En estos días en los que una, casi sin querer, hace una especie de balance de lo que ha sido este año tan...intenso, soy y me siento una privilegiada porque por encima de todo y todos os he tenido a vosotros, que tanto tantísimo me habeis dado y lo único que puedo hacer es darle las gracias a LA VIDA, por haberme permitido disfrutar de la emoción más auténtica, más valiosa para mí en este instante: La amistad.
    Podría escribir mucho acerca de todo lo que el calor de mis amigos me ha aportado en este año y de hecho hay algo que me empuja a redactar una carta de Navidad, aunque lo cierto es que lo mismo da que sea Navidad porque hace tiempo que deseo hacerlo. Ná; que me estoy haciendo mayor jajaja y me da por estas cosas...
    Cerradno capítulos y...abriendo nuevas rutas...
    Siempre, siempre...dónde inevitablemente mi corazón me lleve...
    Miles de besos.
    A.

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Gracias por entrar para que pueda mostrarte una parte de mí.